Hace unas horas, cuando regresaba a casa, por la calle Osario, en la pequeña Plaza Vaca de Alfaro, he podido observar con tristeza la imágen que he fotografiado con mi teléfono móvil y que os pongo a continuación:
Algún gracioso, ha tenido la artística ocurrencia de pintarrajear con un spray blanco el busto de Rafael Molina Sánchez "Lagartijo". ¿Por qué? ¿Para qué?
Una de los últimas "hazañas" de los gamberros del spray y el rotulador indeleble en una ciudad declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. La obra de un cobarde intentando ultrajar la imágen y la memoria de un cordobés valiente que paseó con orgullo y con honor el nombre de Córdoba por el mundo entero. El primero de los cinco califas que le ha dado Córdoba a la tauromaquia.
Sé que no es un mal exclusivo de Córdoba, pero por lo que a nosotros respecta, hay que decir que, en los últimos tiempos se está disparando este asqueroso fenómeno. Las calles de Córdoba están plagadas de pintadas, símbolos, firmas y pintarrajos varios que ensucian edificios públicos y privados, estatuas, monumentos e iglesias, dejando una imágen lamentable de una ciudad que pretende tener en el turismo una de sus principales fuentes de ingresos. La limpieza y desaparición, cuando es posible, de estas "gracias" nos supone a los contribuyentes un gasto millonario, ya sea a título particular en los bienes privados o por via del erario público.
Me consta que hay "grafiteros" que son unos auténticos y cotizados artistas y pintan, con arte y destreza, muros y edicios en zonas industriales de las ciudades, en fábricas abandonadas y otros sitios más apropiados para su forma de entender el arte. Pero por lo que puedo comprobar día a día, lo que tenemos aquí es otra cosa. Estos son unos guarros y unos gamberros, que pintan, con mucho malaje y muy poco arte, sobre el ladrillo, el mármol y la piedra de nuestros edificios y monumentos del mismísimo casco histórico.
Ya está bien. Las autoridades "competentes" deben buscar una solución urgente a esta lacra. Estos "artistas" son auténticos delincuentes que atentan contra el patrimonio de los contribuyentes y, como tal, deben ser perseguidos y castigados. Raro es el día que no te encuentras una pintadita nueva, por lo que supongo que con un adecuado dispositivo de vigilancia, algún día se podría cazar a alguno "in fraganti" y darle la debida publicidad al asunto, para ejemplarizar y para que a los ciudadanos no nos quede la sensación de que todas estas costosas y asquerosas gamberradas quedan impunes.
Y por último, como acto de desagravio a Lagartijo por el lamentable hecho que ha dado lugar a esta entrada, sirvan estos versos que le escribió el poeta cordobés Antonio Fernández Grilo.
A LAGARTIJO
"Le canta el pueblo en su cantar sonoro,
le adora como a Dios la tierra baja,
no hay lienzo en marco ni viñeta en caja
que no ostente su busto con decoro.
Rey de la arena, vencedor del toro,
nadie en valor ni garbo le aventaja,
y lleva entre los pliegues de su faja
la Virgen pura cincelada en oro.
Del Pretorio nació, junto a la ermita,
y es tan profundo el culto verdadero
que le rinde mi Córdoba bendita,
que cuando al redondel sale el primero,
la torre de la arábiga Mezquita
parece que se viste de torero."
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